Yacimiento de la única ciudad visigoda conocida en Europa (declarado Conjunto Histórico Artístico en 1946).
Recópolis fue mandada construir por el rey Leovigildo en el año 578, para conmemorar la consolidación del poder real y el estado conocido como reino visigodo de Toledo. Se le dio el nombre de Recópolis en honor del futuro rey llamado Recaredo.
La ciudad de grandes dimensiones fue la única de nueva planta que se levantó en aquella época. Se construyó con esplendidos edificios y siguió un plan urbanístico jerarquizado que la dividía en varias zonas, el palacio, la zona comercial, la zona de viviendas, la muralla y los arrabales.
El yacimiento se halla sobre el Cerro de la Oliva. Desde este promontorio el asentamiento, domina la vega del río Tajo, cuyo meandro rodea la ciudad por el norte, sur y oeste. En este privilegiado emplazamiento, los Visigodos ejercían la caza, la pesca, la equitación y la cetrería que tanto les apasionaba.
Recópolis se convirtió en una ciudad muy dinámica, con sus transformaciones y cambios durante época visigoda (S VI-VIII) y de la primitiva época andalusí (S VIII- mitad IX). A mediados del S IX, ya abandonada la ciudad, sus restos sirvieron como cantera para construir la nueva ciudad andalusí de Zorita. A finales del S XII, ya consolidada la conquista cristiana, se asienta en lo alto del cerro una comunidad de campesinos que aprovecha las ruinas visigodas y construyen la iglesia y sus viviendas.